A diferencia de muchas afecciones cutáneas, la piel facial hipersensible puede carecer de signos visibles a pesar de que es sumamente incómoda para quienes la padecen. Se trata de una afección bastante común. Los estudios han determinado una alta prevalencia de personas en el mundo industrializado que perciben su piel como sensible, y dermatólogos de todo el mundo informan de un incremento en los casos informados. Sin embargo, dado que los síntomas son subjetivos, no se pueden verificar las cifras exactas.
Signos Y Síntomas
¿Cuáles son los signos y síntomas de la piel facial hipersensible?
La piel hipersensible, una versión más extrema de la piel sensible, tiene tres signos y síntomas constantes que, en conjunto, se conocen como el Triángulo de la piel hipersensible: una función de barrera comprometida (que la hace más susceptible que la piel saludable a los agentes irritantes) fibras sensoriales hiperreactivas en la epidermis y, por último, enrojecimiento con frecuencia causado por inflamación.
"La alteración de la función de barrera de la piel también produce un aumento en los niveles de pérdida transepidérmica de agua, lo que puede generar sequedad del cutis del rostro."
Las fibras sensoriales ubicadas en la epidermis reaccionan más rápidamente y de forma más intensa que en la piel normal, y se activan fácilmente por factores estresantes que desencadenan sensaciones desagradables que, desde una perspectiva subjetiva aunque no única, se describen como escozor, ardor o tirantez.
Estas sensaciones invisibles solo pueden evaluarse mediante referencias testimoniales. Esto complica el diagnóstico dado que las personas tienen diversos niveles de tolerancia al dolor y las descripciones varían de una a otra.
Las sensaciones pueden aparecer y desaparecer según la exposición a los factores desencadenantes. La piel facial hipersensible es sumamente vulnerable a factores psicológicos, ambientales, mecánicos y hormonales, y suele reaccionar al exponerse a factores externos como sustancias químicas, fragancias y detergentes. Estos factores suelen ser inocuos en las personas que tienen una piel normal saludable.
Con frecuencia, la piel hipersensible se relaciona con la piel seca y con la piel con tendencia al acné. Sin embargo, es posible tener ambas afecciones sin las sensaciones de escozor y ardor, de manera que no todas las personas con piel seca o con tendencia al acné tienen la piel hipersensible. De igual forma, la piel hipersensible es susceptible al enrojecimiento que puede llevar a la piel con tendencia a la cuperosis e incluso a la rosácea. Nuevamente, se pueden padecer estas afecciones sin que la piel facial se considere hipersensible.
El enrojecimiento causado por la hipersensibilidad tiende a aparecer en las mejillas, en la llamada "zona T" y en el mentón.
Lea más información acerca de la hipersensibilidad en general.
Lea más información acerca de la piel facial con tendencia al enrojecimiento.
Lea más información acerca de la Rosácea y la piel con tendencia a la cuperosis.
Si sospecha que tiene rosácea consulte a un médico o dermatólogo dado que el tratamiento precoz puede reducir el avance de la afección.
Causas Y Factores Desencadenantes
Causas y factores desencadenantes de la hipersensibilidad
Aun cuando los síntomas difieren de una persona a otra, el denominador común para todas las personas que tienen la piel facial hipersensible es el cosquilleo, picor, ardor u otras sensaciones similares. Algunas personas también experimentan sequedad o granos mientras que otras tienden al enrojecimiento de la piel (piel con tendencia a la cuperosis o, incluso, rosácea).
Estos síntomas visibles e invisibles pueden ser desencadenados por diversos factores estresantes internos y externos. Nuevamente, estos difieren de una persona a otra pero hay reactivos comunes que se sabe que exacerban la afección. Estos son:
Factores ambientales tales como cambios drásticos de temperatura, calor o frío extremos, viento, sol o contaminación atmosférica. Cada vez se culpa más a la contaminación ambiental nociva, especialmente en las áreas urbanas, por el aumento en los casos de piel facial hipersensible.
Factores externos. Estos tienden a ser sustancias químicas o ingredientes cosméticos agresivos que irritan la piel tales como determinados productos de limpieza, fragancias, detergentes inadecuados, agua excesivamente calcárea, baños, duchas y piscinas. El aumento en la cantidad de personas que informan de reacciones alérgicas en los últimos años ha generado conciencia de la necesidad de productos cosméticos y detergentes "0 %" o "puros": aquellos que solo contienen un número limitado de ingredientes.
Factores psicológicos como el estrés, la ira o las emociones intensas pueden desencadenar hipersensibilidad al igual que los factores hormonales como el ciclo menstrual.
Factores mecánicos que presionan la piel pueden dañar la ya alterada función de barrera, lo que activa las fibras sensoriales subyacentes.
Factores Contribuyentes
Factores contribuyentes adicionales
"La regla general con la piel facial hipersensible es "menos es más". En otras palabras, prefiera lo sencillo y no exponga la piel a ingredientes innecesarios como perfumes o colorantes."
También tenga cuidado con la dieta, dado que los alimentos condimentados y el alcohol pueden actuar como estresantes.
Cada persona reacciona a diferentes estimulantes de manera que es importante identificar los factores que afectan a cada una. Por ejemplo, en el caso de los cosméticos y las cremas para el cuidado de la piel conviene incorporar los productos nuevos uno a la vez, y lo ideal es realizar una pequeña prueba del parche en el antebrazo antes de usarlos en el rostro. Es posible que la reacción no sea inmediata de manera que no se debe incorporar un producto nuevo hasta tener la certeza de que los anteriores no tienen reacciones adversas.
Otra forma para evitar los factores desencadenantes consiste en llevar un registro que considere la temperatura del día, exposición a la contaminación, estado emocional, contacto con cosméticos o detergentes, etc. y compararlo con las reacciones visibles e invisibles. Al identificar los factores desencadenantes, se pueden realizar cambios en el estilo de vida para reducirlos al mínimo. Por ejemplo, los factores psicológicos pueden reducirse con yoga o meditación.
Algunas personas descubren que la exposición al sol o incluso algunos de los ingredientes de los factores de protección solar en ciertas cremas para el sol son un problema. Nuevamente, muchas cremas para el sol tienen fórmulas "puras" y vienen en envases que las protegen contra la contaminación.
Lea más información acerca de la protección de la piel facial contra el sol.
Soluciones
Soluciones para el cuidado de la piel facial hipersensible
La piel "hipersensible" no es permanente, sino más bien una afección cutánea que puede volver a normalizarse. Tampoco tiene que ser una carga. Solo requiere un cuidado proactivo especial.
Para cuidar la piel facial hipersensible de forma satisfactoria, es importante abordar las tres características de la piel hipersensible (llamadas en conjunto el Triángulo de la piel hipersensible):
- Alteraciones de la función de barrera. La piel hipersensible se caracteriza por un compromiso de la función de barrera de la piel y, por ende, es más propensa a las irritaciones.
- Fibras sensoriales hiperreactivas. Cuando la piel es sensible, las fibras sensoriales presentes en la epidermis reaccionan de forma más rápida e intensa que en la piel normal, y dan lugar a sensaciones desagradables.
- Enrojecimiento. Los factores internos y externos pueden desencadenar un aumento en el nivel de estrés de la piel y causar el enrojecimiento de esta.
La alteración de la función de barrera de la piel puede mejorar con una humectación regular para contrarrestar la pérdida transepidérmica de agua y prevenir el resecamiento de la piel. Los humectantes para la piel hipersensible deben contener solo un número limitado de ingredientes para reducir la posibilidad de intolerancia y reacciones alérgicas y, para proteger las fórmulas de la oxidación, deben venir en un envase que las proteja de la contaminación.
Eucerin ha incorporado un nuevo principio activo llamado SymSitive* en sus líneas para el cuidado de la piel hipersensible. SymSitive* reduce las reacciones exageradas de las fibras sensoriales y equilibra el umbral de sensibilidad de la piel. Alivia de forma activa e instantánea la irritación y las sensaciones desagradables en la piel para darle un confort instantáneo y duradero.
Para la piel con tendencia al enrojecimiento, la Licochalcona A, agente antiinflamatorio y antioxidante natural, alivia rápidamente la irritación y reduce de forma notoria el enrojecimiento.
En casos graves de inflamación y enrojecimiento, como con la rosácea, es posible que la persona afectada desee ocultar los signos visibles. Los productos cosméticos eficaces para enmascarar el problema, como la crema Eucerin Anti-Enrojecimiento Crema Facial de Día FPS 25 incluyen pigmentos enmascarantes verdes que ayudan a cubrir de inmediato la apariencia de enrojecimiento y dan un cutis con un tono parejo.
* = marca registrada de Symrise AG, Alemania